
El 1 de noviembre de 2013, dos individuos armados a bordo de una motocicleta se aproximaron a un grupo de militantes de Amanecer Dorado, frente a la sede del Partido en Atenas. Sin mediar palabra, abrieron fuego, asesinando a sangre fría a los camaradas Giorgos Fountoulis (22 años) y Manolis Kapelonis (26 años), e hiriendo gravemente a otros camaradas.
Aquella tarde, bajo las luces del barrio de Neo Iraklio, se consumó un acto de terrorismo político que buscaba sembrar el miedo, pero que en cambio forjó un símbolo de entrega y fidelidad a la causa.
Hoy, doce años después, recordamos su ejemplo como el testimonio más alto de coherencia entre palabra y acción, entre pensamiento y sacrificio. Su sangre no fue derramada en vano: fecundó la tierra de Europa con el espíritu del compromiso total, el que no se negocia ni se rinde.
Que su memoria nos inspire a cada uno de nosotros a preguntarnos:
¿Cuál es nuestro compromiso real?
¿Qué estamos dispuestos a ofrecer para que las cosas cambien?
¿Seríamos capaces, llegado el momento, de darlo todo por la Idea que decimos servir?
Porque sólo quien está dispuesto al mayor de los sacrificios puede aspirar a la verdadera victoria
Giorgos Fountoulis y Manolis Kapelonis… ¡PRESENTES!

